POEMA IX
Ahora, que tu presencia está ausente
y que cada espacio extraña tu fragancia,
quizás algún día cruzaremos de repente
la misma calle, conservando la distancia.
No será fácil, bien lo sabemos los dos,
si el destino nos jugó mal en la vida,
pues para que la suerte mala no prosiga
con tus manos santas arráncame el corazón.
Ahora, que no ha quedado nada
ni el mínimo suspiro de un recuerdo,
todo se llevó: como a la noche la alborada,
como a la luna el encrespado sol.
No será fácil, pero bien seguro estoy
que así como te alejas de mis ojos
en tus dulces labios rojos
bailará la esencia de nuestro amor.
Comentários
Postar um comentário